Imaginad que en medio de la noche os despertáis, vais a mover la pierna, y de repente descubrís que esta no se mueve. Te empiezas a poner un poco nervioso, te intentas levantar para ver la pierna pero tu cuerpo no responde. Atemorizado, te das cuenta que todo tú estas paralizado, ni siquiera los ojos responden a tus deseos solo puedes abrirlo. Entonces te das cuenta de que eres como un testigo de tu propio cuerpo, más bien, como si estuvieras encerrado en un cuerpo extraño, que no es el tuyo. El miedo se transforma el pánico, y en ese estado, ves visiones, escuchas ruidos sin identificar y sientes la presencia de algo verdaderamente terrible a tu lado.

Esto que acabo de describir es lo que se conoce como la parálisis del sueño, y es más o menos, como se puede sentir. Es un hecho que causa una gran impresión a la persona que lo experimente. Por suerte, se ha observado que de los miles de personas que han sufrido la parálisis del sueño, esta no dura más de 10 minutos.

No obstante, lo que se percibe en ese momento, es tan fuerte, que para muchas personas dejará huella para el resto de su vida. Muchas de ellas aconsejan no abrir los ojos, y no hacer caso a lo que se escucha. Se dice que aparecen personas, diablos, locura, sensaciones de angustia y soledad...  todo lo que más terror puede darte. Los miedos inconscientes salen a la superficie sin barrera para reclamar su puesto, ya no puedes retenerlos debajo de la conciencia, y cuando salen, verdaderamente aterran. Por que son aquello que más miedo da a cada uno.


Si alguna vez te pasa, no te asustes, fíjate en que tus pulmones siguen respirando y que tu corazón sigue palpitando. No hay peligro para la vida, y es transitorio. En menos de 10 minutos volverás a tener el control de tu cuerpo y de tu mente.

Las explicaciones científicas sobre la parálisis apuntan a un cierto desajuste entre entre el estado de sueño y el de vigilia. Mientras dormimos y el subconsciente trabaja para airearse, nuestro cerebro paraliza nuestro cuerpo para evitar que nos hagamos daño. Y en ese estado intermedio nos despertamos y retomamos conciencia, mientras tanto nuestro cuerpo está paralizado.

Según las experiencias vividas de este tipo. Podemos decir que las personas sienten presencias que se repiten y que podemos clasificar (esto es quizá lo que la ciencia no puede explicar):


La presencia del Intruso. Se siente la presencia de alguien cerca, un ser con intenciones malignas, aterradoras, literalmente, con las peores intenciones que te puedas imaginar. Algunos la sienten al lado de la cama y por tanto, no pueden verla ya que el cuerpo no se mueve. Otras personas ven estas presencias, se acompaña de alucionaciones que nos muestran demonios, gentes con rostros tapados o deformados y caricaturescos.


La presencia del Incubus. En este caso, la presencia les toca, les presiona cierta parte del cuerpo, bien el abdomen o el pecho la mayoría de las veces. Pero en ocasiones, muchas mujeres sienten que esa presencia está asaltándolas sexualmente y con una fuerza terrible. El nombre de "Incubus", hace referencia al demonio que asaltaba a las mujeres en la mitología de la edad media europea. 

La siguiente clasificación es la del movimiento ilusorio. La sensación es de estar cayendo o volando. Y no penséis que esta es agradable. La idea de no poder controlar el cuerpo y no saber lo que sucede, acompaña en todo momento.

En todas las culturas, en todas las regiones del mundo se dan casos de estos tipos. Muchas explicaciones se sustentan en las creencias, en la mitología de la zona. Demonios, fantasmas, espíritus de personas muertas, etc... Y no es raro, porque en muchas ocasiones, las parálisis del sueño coinciden con ciertas fechas e incluso con momentos de la vida angustiosos. Destacar el caso de personas que han sufrido una parálisis de sueño justo en el momento en que moría un familiar cercano o un amigo en otro lugar, como si a nivel subconsciente hubiera una conexión más profunda.

Otras explicaciones apuntan a cierto desdoblamiento del cuerpo, a viajes a dimensiones diferentes, viajes astrales, o incluso a contacto con alienígenas.


Hasta ahora, poco más se sabe del sueño y en concreto de la parálisis del sueño. Mientras dormimos, nuestra conciencia se encuentra en reposo, y sale a la luz una serie de impulsos y energías que se encuentran en el origen de nuestro ser y de la vida y la muerte y todo aquello que conlleva. Solamente, estudiando esto más, o quizá de una forma distinta, podrá resolverse este gran secreto oculto.










Fuente: http://misteriossinresover.blogspot.com/

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